
Fue la estrella invitada de la merienda el Día de Reyes. Pero la pobre acabo maltrecha, con más de la mitad de su lindo cuerpecito deborado y el resto, envuelto en papel de aluminio, camino a Arganda del Rey, donde supongo que mis sobrinos, hermana y cuñado, terminarían de dar cuenta de ella, sin más tardar, la mañana del miércoles.
¿Cómo iba a resistirse mi cuñada a preparar algo especial??? De ninguna manera!!! Como siempre, se presentó requetebien acompañada, con Dª Gertrudis, además de con su marido, sus hijos y sus padres.
La verdad es que si no llega a hacerla, mi sobrino mayor, Dani, su hijo, no hubiese tenido dulce a su gusto, porque el Roscón de Reyes no le gusta por el sabor a azahar. Yo pensaba preparar uno sustituyendo el azahar por anís y añadiendo anises verdes a la masa, pero se me pasó totalmente. Los preparé en serie, con mi thermomix y la de mi madre, a la vez. Según ponía un ingrediente en una, lo ponía en la otra y no me dí cuenta de quitar el azahar a una de ellas.
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