
Me he acostumbrado, mala costumbre, a hacerles el regalo al mismo tiempo, pero ya dice el refrán que "donde hay confianza, da asco" y éste es el caso. Eso sí, agradezco que saben perdonarmelo debido al cariño que me tienen, cariño recíproco.
Este año, el regalo son estos espejitos. Como comparten dormitorio, los he decorado "a juego" y teniendo en cuenta los gustos, más suaves, de la pequeñita.
El de Beatriz tiene motivos musicales, ya que estudia piano. Y el de Lucía es "más festivo", acorde con su corta edad.
1 comentario:
¡Que originales! a las niñas seguro que les encantan son monísimos, besitos.
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