No sé si podría considerarse una Antigüedad, pero lleva con mi familia desde 1925 aproximadamente, desde que mi padre era casi un bebé.
Ha salido a la luz, junto con otras muchas cosas, tras el fallecimiento de mi padre unido a la necesidad de desmontar la casa por unas obras de rehabilitación total del edificio.
En ella, al igual que en otros objetos, se notaba la huella del tiempo, pero creí que con un poquito de "cirujía reparadora", que no estética, podría quedar preciosa y así poder conservarla, igual que la conservaron, dádole distintos usos, mis abuelos y mi padre, aunque en mi caso sólo como objeto decorativo.
Su "tratamiento" ha sido fácil. Una vez bien fregadita, retoqué las letras y los dorados. Y a continuación, dí una buena mano de cera con betún de judea y polvos de talco, para dar aspecto de envejecido.
Es una pena no haber podido mantener el color de fondo, pero no he encontrado una imagen para poder copiarlo. Supongo que debía ser un tono crema, pero, como no estaba segura, he preferido dejar la hojalata sin pintar, sólo oscurecida por la cera y el betún de judea.
2 comentarios:
¡Que cosa más bonita Marisa! te ha quedado de diez, y además todos los recuerdos felices que vendrán a tu mente cuando la mires, felicidades por este trabajo tan bien hecho, besitos.
Que caja mas bonita Marisa me ha encantado, si que es una pena no poder dejarla como era, pero asi esta muy bien y la cantdad de años que lleva en tu familia la convierte en una pequeña jolla con mucha historia.
Pasate por mi blog te he dejado un regalito
Besos Mary
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