A mi me encanta la fruta, pero a Ángel, para que no se "canse", hay que "disfrazarsela" de vez en cuando.
En este caso, la piña fue vestida con bizcocho bañadito con almíbar, nata montada y almendras fileteadas.
Los "adornitos" de chocolate fueron idea de Micaela. Los tenía hechos, ella los vio y decidió colocarlos en la tarta.
Modestia aparte, jejeee, resultó muy rica. Y prueba de ello es que Adán, que no come ninguna fruta, por voluntad propia, comió un trocito.
1 comentario:
Que buena!!! Con lo rica que es la piña!
Zepequeña.
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